viernes, 20 de mayo de 2016

Apoyo desde los pueblos zamoranos sin gente al pueblo palestino sin tierra

Aunque llegue la primavera y con ella renazcan los campos y anden por estas tierras sacando Cristos, santos y Vírgenes en procesión para bendecirlos y pedir que llueva o que escampe según vaya la fiesta, vuelve la estadística del censo a amargarnos las avellanas y roscas de la romería, despidiendo a más de tres mil zamoranos que han desaparecido de nuestros pueblos. 

Pasan a la categoría de héroes quienes permanecen con las escuelas transformadas en viejos teleclubes sin TDT, los servicios sanitarios recortados, el autobús que solo llega a la demanda si hay cobertura de móvil, los comercios cerrados, las tierras amenazadas por el jabalí y el ganado por la PAC europea y el lobo autóctono. 

Vale que me ha quedado pesimista la anterior parrafada, porque hay quien busca y encuentra yacimientos de empleo en el sector medioambiental y turístico. Y porque en el pueblo se vive bien, si hubiera más gente, si el campo diera para vivir, si pudieran seguir nuestros hijos y sobre todo nuestras hijas. Porque las mujeres no se quedan ni aunque nos las traigan en las caravanas de solteros, resistentes pobladores orgullosos de su trabajo, de su tierra. 

Tierra es lo que sobra y gente falta para trabajarla. Tres mil menos al año es un drama, lento, pero cada vez más acelerado. Es lo que pasa en Zamora donde hay tierras sin pueblo que las cuide. 

Pero también hay pueblos sin tierra que en el corazón internacionalista de la izquierda social y política siempre han tenido un sitio donde asentarse, como los cercanos pueblos saharaui y palestino. 

Y en este mes de romerías y manifestaciones por estos lares, que comienza el 1 de mayo reivindicando trabajo y sigue todo el mes implorando agua para el pan y el vino, el pueblo palestino rememora una fecha triste, Al Nakba, que se sufre desde 1948 cuando fueron expulsados de su tierra, y que sigue hasta hoy a través de una limpieza étnica más sutil, pero no menos dura, que impide al pueblo palestino vivir, trabajar y cuidar su tierra en paz. 

La Nakba sucedió un 15 de mayo (no todo ha sido en mayo 15M), cuando en estas tierras se celebra el patrón de los labradores, de los que trabajan su tierra o la del patrón, o sea, el amo. Ese día le quitaron la tierra de Palestina a quienes la trabajaban. 
Y quitarle a un pueblo la tierra donde asentarse, es una forma de acabar con todo un pueblo. 

Pero el pueblo palestino resiste, con un apoyo ganado a pulso en los organismos internacionales que a duras penas van reconociendo sus derechos, y con la solidaridad de otros pueblos con tierra. 

Desde esta provincia de pueblos al borde del desierto demográfico, los zamoranos que conocen el valor de la tierra son capaces de entender que un pueblo necesita para sobrevivir un lugar donde plantar su tienda, un lugar donde plantar la tierra. 

Esa tierra que es nuestra, y tuya y de aquel, de Juan y María, de Hayat y Yaser. 

Los grupos y personas que apoyamos las actividades del colectivo Al Madafa de Zamora manifestamos nuestra solidaridad desde los pueblos que languidecen y se quedan sin gente, hacia los pueblos a quienes han arrebatado la tierra por la fuerza. 

Para que puedan volver a su tierra; para que no se vayan. 

(*) Teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zamora

sábado, 14 de mayo de 2016

El Colectivo de Solidaridad con Palestina de Zamora celebra con éxito un acto en conmemoración de la Nakba palestina.

El colectivo de Solidaridad con Palestina – Al'Madafa (Zamora) celebró el pasado jueves días 12 un acto en conmemoración del día de la Nakba el 15 de mayo. Pese a al gran número de actos que se realizaban esa misma tarde en al ciudad de Zamora los miembros del colectivo se muestran contentos por el éxito de asistencia y agradecen la presencia de conocidos miembros del PSOE y Ahora Decide. Así mismo, agradecen haber contado con la colaboración del ayuntamiento y numerosas organizaciones sociales, políticas y sindicales de la ciudad de Zamora.




El acto consistió en la proyección del documental “La Nakba permanente”. Un documental que muestra el proceso de ocupación y el estado de apartheid implantado por Israel en Palestina. En este interesante documental participan reconocidos intelectuales españoles, entre los que destaca Arcadi Oliveres, profesor titular del departamento de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, y miembro destacado de la ONG Justicia y Paz.




Posteriormente a la proyección del documental, moderado por el antropólogo y abogado, impulsor del grupo “Punto de Fuga” Pepe Calvo, se abrió un debate entre los asistentes al acto en un ambiente distendido y dialogante, en el que se plantearon numerosas cuestiones importantes. Especialmente interesante fue la intervención de José Luis Gómez, concejal no adscrito en el ayuntamiento de Zamora, cuando señaló la necesidad de acompañar la actitud de denuncia de propuestas que ayuden a encontrar soluciones. Para los miembros del Colectivo de Solidaridad con Palestina todo proceso de paz pasa por que Israel abandone su política de apartheid y limpieza étnica hacia el pueblo palestino. La falta de voluntad del ejecutivo Israelí en ese sentido y sus continuas violaciones de los derechos humanos es lo que según el Colectivo Al'Madafa hace preciso que se presione a Israel. Cualquier solución en palestina pasa por el reconocimiento de los derechos humanos del pueblo palestino y por el reconocimiento a su derecho a la autodeterminación como pueblo.

Colectivo de Solidaridad con Palestina – Al'Madafa (Zamora)

14 de mayo del 2016

viernes, 13 de mayo de 2016

BASTA DE COMPLICIDAD CON ISRAEL

El día 15 de mayo es el 68 aniversario de la Nakba. El día en el que Israel se constituyó como estado iniciando un proceso de limpieza étnica sobre Palestina. Ochocientas mil personas fueron expulsadas de sus hogares, en muchos casos para ser sustituidas por personas venidas de otras zonas del planeta, mientras que aquellos que no fueron expulsados quedaron sometidos a la autoridad de un Estado confesional y hostil a la población árabe.


Para entender la constitución del Estado de Israel tenemos que remontarnos a la Europa imperialista de finales del siglo XIX. En estos años Europa había logrado un impresionante desarrollo técnico y político. Gracias, por un lado, a la revolución industrial, y debido, por otro lado, al desarrollo de las sociedades modernas capitalistas, la capacidad económica, política y militar de Europa a finales del siglo XIX era prácticamente incontestable. En este momento, Europa se volcó en un proceso de colonización brutal sustentado sobre dos mitos: la supuesta supremacía blanca y la supuesta pretensión civilizadora sobre los territorios colonizados. Detrás de estos dos mitos se encontraba la insaciable ambición de la clase capitalista europea y su pretensión de controlar y explotar las riquezas de los territorios conquistados. Es al hilo de estos mitos que a finales del siglo XIX aparecerá el sionismo.

Pero, ¿Qué es el sionismo? El sionismo defiende el establecimiento de un Estado judío en Palestina. Esta idea se sustenta sobre los mitos de la supremacía occidental, un supuesto carácter civilizador y el supuesto derecho religioso de origen bíblico de la población judía sobre palestina. Estos principios, que tanto recuerdan al colonialismo europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, son la base ideológica sobre la que se sustenta el Estado de Israel. Profundizando en el carácter colonial de la empresa israelí, a muy pocos se nos escapa el valor geoestratégico de oriente próximo y el papel de Israel cómo principal valedor de los intereses imperialistas de Estados Unidos en la zona. No olvidemos que Estados Unidos dona anualmente unos 3.000 millones de dolares a Israel.

Cómo ya hemos señalado el Estado de Israel inicia su andadura protagonizando una sangrienta limpieza étnica sobre territorio Palestino. Al mismo tiempo, estableció un estado de apartheid que en la actualidad se traduce en la suspensión de los derechos de ciudadanía más elementales. Israel impone a la población palestina graves restricciones en la movilidad, detenciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales (desde el mes de octubre el ejército de Israel ha segado la vida a más de 200 personas), expropiaciones de tierras y hogares, restricciones en los suministros de agua, luz y gas, duras limitaciones a las actividades económicas... sin hablar de las acciones militares sobre la Franja de Gaza, operaciones que en los años 2009, 2012 y 2014 supusieron la muerte de miles de civiles.

Esta situación plantea un problema humanitario de primer orden. Las propias Naciones Unidas han señalado que la situación en la Franja de Gaza es insostenible a cinco años vista. La vida bajo la ocupación militar israelí en palestina es un infierno. Muchos de los refugiados que en la actualidad aventuran su vida en el mar Mediterráneo han iniciado su vida como refugiados con motivo de la limpieza étnica que de facto práctica Israel en Palestina. Esta es una situación intolerable que requiere de una intervención inmediata de la comunidad internacional. Israel no puede mantener suspendidos los derechos fundamentales de los seres humanos de modo indefinido.

Ante la opresión israelí, en el año 2005 numerosas organizaciones de la sociedad civil palestina hicieron un llamamiento al boicot internacional al Estado de Israel. El objetivo no es otro que hacerle respetar los derechos inalienables del pueblo palestino. Esta campaña ha sido respaldada por reconocidas personalidades de la política, la cultura y la religión, cómo el arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz Desmon Tutu, el famoso científico Stephen Hawking o el superviviente del campo nazi Buchenwald y participante en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Stéphane Hessel. Ante la falta de sensibilidad del Estado de Israel y ante su reiterado incumplimiento de las resoluciones emitidas por las Naciones Unidas, es preciso que se implementen medidas de presión que pongan fin al ignominioso estado de apartheid que ha establecido Israel contra el pueblo Palestino.

Rafael Cordón Pino
Miembro del Colectivo de Solidarida con Palestina – Al'Madafa (Zamora)

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

http://www.laopiniondezamora.es/opinion/2016/05/12/basta-complicidad-israel/924765.html